Facundo Campazzo ha vuelto por la puerta grande al Real Madrid. En la Supercopa Endesa, su primer torneo oficial desde que volvió al club casi tres años después de poner rumbo a la NBA, el base guió al equipo al título y recibió el premio MVP. El campeón de Europa ha vuelto a poner la guinda a una plantilla diseñada para ganarlo todo y el argentino no esconde su satisfacción por el panorama ilusionante que se vuelve a adivinar por delante.
«Estoy muy contento de estar aquí, de jugar en la ACB y en la Euroliga. Tenía muchas ganas de volver, de competir aquí. Conozco a todos mis compañeros y estoy disfrutando», celebró Campazzo nada más recoger su premio MVP, el tercero de su carrera en la Supercopa española después de los que ya recogió en 2019 y 2020, justo antes de marcharse a la NBA.
Como si nunca se hubiera ido, la magia del @facucampazzo brilló y nos maravilló con su juego.
🏅 ¡Y sí, es el #MVPMovistar de la #SupercopaEndesa Murcia 2023!
1⃣9⃣ puntos
5⃣ asistencias
2⃣3⃣ de valoración pic.twitter.com/L5TIBCIEq1— Liga Endesa (@ACBCOM) September 18, 2023
Campazzo estuvo fuera del Madrid 964 días. Ese es el tiempo transcurrido entre el 26 de noviembre de 2020, cuando se hizo oficial su salida, y el pasado 18 de julio, cuando el club confirmó su retorno. Entre medias, 152 partidos en la NBA, donde no logró consolidarse con Denver Nuggets ni Dallas Mavericks, y un breve paso por el Estrella Roja, donde refrendó que sigue siendo uno de los grandes bases del baloncesto europeo.
Él quería volver al Madrid y el Madrid también quería que volviera. Era cuestión de tiempo que resolvieran sus diferencias económicas, arrastradas desde su marcha a la NBA, y firmaran la vuelta del base pródigo. A sus 32 años, rubricó un contrato de cuatro temporadas, así que lo lógico sería que colgara las botas en el verdadero club de su vida, ese donde más años ha jugado por encima también del Peñarol y del UCAM Murcia.
Y es que el Madrid tenía un problema pendiente en la posición de base precisamente desde la salida del Facu. El año pasado, Carlos Alocén estuvo lesionado toda la temporada, Nigel Williams-Goss solo mostró su talento con cuentagotas y menos mal que el veterano Sergio Rodríguez logró emerger en el momento decisivo con una maravillosa Final Four.
Campazzo fue el único refuerzo veraniego en una plantilla que adelgazó con las salidas del propio Williams-Goss, Adam Hanga, Petr Cornelie y Anthony Randolph, todos ellos con poco protagonismo para Chus Mateo. El club tenía claro que el argentino era la única pieza que se necesitaba para apuntalar al equipo y, por lo visto en la Supercopa, de momento el acierto es pleno.
El MVP dejó dos actuaciones casi idénticas en semifinales y en la final en el Palacio de los Deportes de Murcia: 17 puntos, 5 asistencias y 21 de valoración en 27 minutos contra el Barcelona; y 19 puntos, 5 asistencias y 23 de valoración en 28 minutos contra el Unicaja. Fue el jugador que más tiempo estuvo sobre la cancha en la final, incluso por delante de Tavares, y volvió locos a sus rivales en una ciudad donde sigue siendo un ídolo. Campazzo ha vuelto. Parece que nunca se fue.
🏆 7️⃣ @FacuCampazzo 🏆#10SUPERCOPAS pic.twitter.com/7yGgvleDmY
— Real Madrid Basket (@RMBaloncesto) September 18, 2023